Durante una exhibición de tenis en la que abundaban las risas y la buena onda, una simple humorada de la ex Nº1 del mundo, Kim Clijsters, casi termina mal.
Es que mientras jugaba un dobles junto a Dominika Cibulkova frente a Caroline Wozniacki y Yanina Wickmayer, la belga tuvo la ocurrente idea de anunciar mediante el micrófono del juez, que aquel hombre que baje de las gradas y se anime a darle un beso a Wickmayer, se ganaría un auto.
Pero claro, ni la propia Clijsters pensó que tres desesperados hombres se tomarían a pecho la humorada y bajarían desesperados hasta llegar a la pobre Wickmayer, sobre quien se abalanzaron para intentar besarla.
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